GESTIÓN DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL DE MANERA ÉTICA

Tabla de contenidos
1. Introducción
2. ¿Qué es el cambio organizacional desde nuestra perspectiva?
3. Nuestra forma de gestionar el cambio organizacional
4. Acciones clave para una excelente administración del cambio
– 1. Comprender el momento y propósito, para qué el cambio.
– 2. Sensibilizar e involucrar agentes de cambio
– 3. Elaborar la estrategia para el cambio y el plan de acción
– 4. Implementación del plan de acción
– 5. Monitoreo de avance
– 6. Evaluación de los resultados obtenidos
5. Conclusión
Introducción
Algunas formas de dirigir un cambio en la organización presentan una serie de problemas éticos, que atentan contra la dignidad de la persona, su libertad, las condiciones para su desarrollo y en pocas palabras, sobre las condiciones que pueden ayudar a alcanzar su realización, su desarrollo virtuoso y a fin de cuentas su felicidad.
Un cambio ético, busca relacionarse con las personas impactadas por el cambio de tal manera que en el proceso de gestión considere la opción de estos de decidir participar o no, con pregunta expresa y respuesta libre.
¿Qué es el cambio organizacional?
El cambio en una organización es el movimiento necesario para modificar la forma como trabajan las personas en una organización. Es necesario un cambio para que la organización obtenga resultados diferentes, y su operación se encamine hacia la realización de su propósito. El cambio en las empresas es iniciado por una intensión determinada de obtener o lograr unas metas previamente definidas.
Nuestra forma de gestionar el cambio organizacional
Algunas veces hemos observado que se buscan cambios en las empresas sin tener una meta clara, o sin que está sea entendida de la misma forma por los que van a contribuir en su persecución, y en la mayoría de los casos, sin que la forma de cómo alcanzar la meta, es decir, de cómo realizar el movimiento de las estrategias, acciones, procesos, cultura, reestructura, entre otros mecanismos, sea compartida, asumida o acordada por aquellos que tienen que realizarlo y mucho menos, en aquellos en los que el cambio acontece.
Los medios comunes que se aplican para lograr que las personas cambien su forma de trabajar o realicen acciones de cambio van desde la utilización del poder como una razón y fundamentación del cambio, la dosificación del cambio por medio de detalladas metodologías, en su mayoría fundamentadas en desde una perspectiva conductista, hasta la coerción, velada o abiertamente declarada. Algunas veces estas estrategias quieren justificarlas en la famosa frase maquiavélica de “el fin justifica los medios”.
Acciones clave para una administración del cambio ética
La adaptación a las modificaciones empresariales depende en gran medida de la flexibilidad que presente tu modelo de negocios. Los esquemas menos jerarquizados tienden a facilitar los cambios, a diferencia de aquellos más tradicionales. Una vez entendida la necesidad de renovación, este proceso debe acompañarse por premisas como justificación, aceptación y desarrollo de habilidades.
Asumiendo la importancia de la administración del cambio organizacional, resulta esencial que consideres las siguientes acciones:
– Comprender el momento y propósito.
Dentro del análisis de la transformación que se realizará, debe existir claridad en cuanto a lo que se pretende lograr y las expectativas. Esto se complementa con un diagnóstico sobre la modificación de los procesos diarios, recursos disponibles y la velocidad en función del aprendizaje del personal. Además, la formación de habilidades requerida para la renovación revelará qué se requiere hacer con los líderes y definirá el papel de los colaboradores involucrados.
– Sensibilizar e involucrar a agendes de cambio.
La implementación de cambios empresariales exige trabajo en equipo en todos los niveles gerenciales. Para ello tendrás que designar los agentes de cambio que serán los encargados de transmitir los beneficios del proceso. Mediante un plan de comunicación, se establece el cómo, cuándo y por qué de forma clara. Esto impulsa el compromiso de los empleados involucrados, establece prioridades, resuelve dudas latentes, evita la posible resistencia y contribuye a la motivación general.
– Estrategia.
Un diagnóstico efectivo nos permite interpretar adecuadamente la situación actual y, entre las infinitas posibilidades que se pueden generar para el futuro, construimos la estrategia más efectiva y el plan de acción que la soporte.
– Implementación del plan de acción.
En esta etapa debe prevalecer un manejo eficiente del tiempo por medio de un cronograma sobre lo establecido. Asimismo, el esfuerzo de los colaboradores debe estar distribuido de manera adecuada a sus competencias para fomentar un alto desempeño. Utilizando un seguimiento riguroso y una buena retroalimentación, puedes ver el cumplimiento del progreso o corregir en caso de contratiempos.
– Monitoreo de avance.
Cada proceso de adaptación interna o externa requiere una verificación constante que compare objetivos y expectativas. Cuando existen beneficios que mejoran el desempeño, el funcionamiento, la sinergia y comunicación, se favorece la transformación positiva de la cultura organizacional. Dado el compromiso de los protagonistas y la disposición resultante, esto nutre la adaptabilidad de la empresa. Cuando no se están cumpliendo las expectativas, siempre es posible reevaluar y rectificar.
– Evaluación de los resultados obtenidos.
La correcta administración del cambio fija una situación deseada y los indicadores pertinentes para saber si el objetivo se logró, y así contar con una evaluación objetiva de la intervención.
Conclusión
Algunas formas de realizar el cambio, atentan o sabotean el camino para que la organización logre su propósito y también dificultan severamente el que la persona encuentra en el trabajo su medio de realización.
Descubro que hay una serie de elementos de naturaleza filosófica que pueden ayudar en los procesos de cambio para que los objetivos que se planteen y los medios para lograrlos consideren el sentido del cambio y sus principios (metafísica), su propósito y moralidad (ética), la argumentación de cambio (lógica), el impacto en el entorno (política), los valores que rigen el cambio (axiología) y nos podrá apoyar en generar estrategias para que la propuesta de mejora o cambio sea bien percibida y se gane la colaboración de aquellos que sea necesario que cambien su forma de trabajar, o su actitud hacia el cambio donde la filosofía de la mente, del lenguaje, la estética, la cultura y por supuesto, la antropología, nos serán de mucha ayuda de tal manera que el cambio logre un mayor bien común.
La administración del cambio requiere de una formación adecuada del personal para asegurar su éxito. Queremos estar en contacto contigo, contáctanos en contactos@acertare.com